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¿Cómo se relaciona la diabetes con la salud cardiovascular?

Por el Dr. Gonzalo Godoy

La Diabetes Mellitus es una enfermedad con diagnóstico basado en el valor de la glicemia, ya que nace como una enfermedad metabólica, pero se complica por las lesiones vasculares que provoca debido a que evoluciona y muere como una enfermedad vascular.

La glicemia elevada y la frecuente asociación de la diabetes con otros factores de riesgo cardiovascular (sobrepeso/obesidad, sedentarismo, tabaquismo, hipertensión arterial, dislipidemia) determina una lesión de los vasos sanguíneos, el corazón y los riñones, dando origen a las temidas complicaciones cardio renales, causantes de la alta morbimortalidad de la diabetes y de la importante limitación en la calidad de vida del paciente con diabetes.

Las enfermedades del corazón son responsables de 50% a 80% de las muertes relacionadas con la diabetes. Las personas con diabetes tienen enfermedad coronaria más precoz, más frecuente, más agresiva, extensa y más mortal (3 a 5 veces mayor mortalidad ante un evento coronario comparado con un paciente sin diabetes). Además, tienen una prevalencia 2 a 5 veces mayor de insuficiencia cardiaca debido a la mayor prevalencia de eventos isquémicos y al daño miocárdico directo generado por el trastorno metabólico propio de la diabetes (miocardiopatía diabética).

Un paciente con diabetes que ha tenido un evento cardiovascular disminuye en doce años su expectativa de vida en comparación con un paciente no diabético y sin evento previo, y en seis años al compararlo con un paciente diabético sin evento cardiovascular.

Para disminuir el riesgo cardiovascular, debemos identificar precozmente todos los factores de riesgo cardiovascular y manejarlos de forma agresiva. Hay que destacar la importancia de:

  1. Mantener un estilo de vida saludable:
  • Alimentación sin azúcares refinados, evitando grasas saturadas y el exceso de sal, con restricción del aporte calórico, de existir sobrepeso.
  • Actividad física regular, mínimo 150 minutos a la semana y mínimo cada 2 días
  • No fumar
  1. Manejar adecuadamente comorbilidades que aumentan el riesgo cardiovascular:
  • Hipertensión arterial (mantener cifras menores a 140/90, idealmente menor a 130/80 en determinados pacientes). La disminución de 5 mm de mercurio de presión arterial reduce hasta un 10% la posibilidad de sufrir un infarto al miocardio.
  • Lípidos. Lograr el colesterol LDL (colesterol “malo”) en valor óptimo de acuerdo con el riesgo de cada paciente (siempre menos de 100 mg/dl, y menos de 70 o 55 mg/dl en los de mayor riesgo), optimizar el valor de triglicéridos y colesterol HDL (colesterol “bueno o protector)
  • Sobrepeso/obesidad. La disminución de un 5% a un 10% de peso puede llegar a reducir las enfermedades coronarias un 48% en hombres y un 40% en mujeres.
En la mujer, la diabetes mellitus es un potente predictor de riesgo cardiovascular ya que aumenta entre 3 a 7 veces la probabilidad de presentar enfermedad coronaria. Además, la diabetes anula el efecto protector cardiovascular de la premenopausia en la mujer (observándose eventos cardiovasculares a edades más tempranas) y se considera un equivalente isquémico. La mujer diabética, cuando tiene un evento isquémico, presenta un elevado riesgo de mortalidad cardiovascular. Esto se debe a que las mujeres con diabetes tienden a tener un mayor numero de factores de riesgo cardiovascular.